Muchas veces, somos capaces de parar el trabajo y queremos reparar las fuerzas con la quietud, y es ahí donde , se puede volver muy difícil o imposible lograrlo, pues vienen a nuestro corazón [â¤ï¸] y mente, muchos conflictos de tipo emocional, finanzas, enfermedades, etc... Es por esto, que debemos tomar un descanso en tres dimensiones:
Espiritual, emocional y físico.
1.El espíritu, es la dimensión de todo ser humano, para relacionarse con Dios, ahí opera la conciencia y la intuición. Cuándo estamos a cuentas con Él, por medio del arrepentimiento y fe, cuando le conocemos y seguimos, vendrá por encima de toda situación, Su Paz, que supera todo entendimiento, toda adversidad.
Nuestro espíritu humano vive, cuando el aliento de Dios llega a él y le resucita.
2. El alma , es la dimensión donde opera, la voluntad, los pensamientos y las emociones:
Jesús dijo: (Mateo 11.28-30)
28. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo Os haré descansar.
29. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi , que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
30. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Relacionarnos con Jesús, buscando su palabra, en oración y siguiendo su ejemplo, es un sabio intercambio, donde depositamos nuestras cargas y pecados y recibimos sus instrucciones en obediencia , así Él lleva el peso que nos agobia y nosotros podemos avanzar libremente sin peso sobre nuestras espaldas. Además nos llama a imitar su humildad y mansedumbre .
Nuestra alma estará en reposo de esta manera.
3. El Cuerpo Físico, opera por medio de los sentidos y órganos vitales. Es la dimensión visible y nos corresponde ordenar nuestras prioridades, que , basadas en las direcciones anteriores, deberían ser así :
" Más buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas éstas cosas os serán añadidas" ( Mat.6.33).
Cuando somos humildes y decidimos alegrarnos con lo que tenemos y proyectarnos a nuevas glorias con Cristo, perdonamos a los demás y
hacemos espacio para Dios y su palabra, vivimos de acuerdo a nuestras posibilidades, y por supuesto nos damos un buen descanso de labores cotidianas, entonces rejuvenecemos al tomar descanso y tenemos ojos para deleitarnos con cosas simples como ver las montañas y dar gracias profundamente a Dios por la vida que nos ha dado.